El Seminario, en mi caso personal, ha representado para mí un momento clave en mi vida. Una renovación personal, por emplear una palabra que lo pueda definir, algo así como una catarsis, yo diría mágica. Es un viaje personal hacia lo más profundo de uno y un Encuentro….Un doble encuentro diría yo: un encuentro con uno mismo y un encuentro de almas entre todos los compañeros del Seminario. Podría definirlo así: Una comunión de almas…o Común Unión….como queramos llamarlo, de las almas de todos los que participamos…porque quedamos unidos por un vínculo muy especial.

Llegué al Seminario y no sabia ni que buscaba, el para que del mismo, lo único claro era que mi vida, mi cabeza, mi alma no podían seguir como estaban. Fue mi primer paso a reencontrarme conmigo, con mi niña, con esa lucre que jamás se había permitido hablar de lo que le pasaba, lo que sentía, conocerse, perdonarse, amarse, mimarse. Una experiencia muy sanadora, muy profunda a nivel personal y emocional, acompañada de un equipo excelente de profesionales que acompañaron a ese primer paso, al nacimiento de mi nuevo ser, renacimiento al que fui recibida con mucho, mucho amor y ternura junto con otros tantos que vivieron y acompañaron esa experiencia. Es imposible definir algunos otros aspectos y sensaciones con palabras, hay que vivirlo, deseo que muchos al igual que  yo puedan hacerlo.

En ambos seminarios di los primeros pasos para encarar el cómo, el por qué y el para qué resolver los 2 conflictos que más me incomodaban, atormentaban, desgastaban, limitaban, y entorpecían mi propio camino; la relación con cada uno de mis padres.

¿Cómo describir mi experiencia en el seminario? Pues no hay forma alguna de poder hacerlo, es una de esos acontecimientos que uno tiene que vivenciar en carne propia, que no se pueden describir con palabras, pero que es una experiencia tan radicalmente transformadora, tan purificadora, tan liberadora, que sin duda les recomiendo que si tienen la posibilidad de hacerla no lo duden ni un instante, les aseguro que no se van a arrepentir, y que van a salir de una forma totalmente distinta a la que entraron. Y el equipo una maravilla, se siente el amor, la dedicación, el compromiso, desde el primer hasta el último instante. Y por eso, de verdad gracias infinitas a todos.

Después del Seminario, es como que se corrió un telón de algo, intuición…? Seguridad…? Algo me pasó… No sé muy bien qué…y yo soy la persona que amo, disfruto y bendigo mi vida a diario,  desde hace muchos años, osea que cuando participe del Seminario no iba con ninguna situación de desorden, por el contrario, pero algo muy fuerte pasó en mi, que es muy pero muy especial. Besos a los dos.